Roma/aise. Se desarrolló esta mañana en la Sala de Prensa de Montecitorio la conferencia de presentación del proyecto de Ley con las modificaciones a la Ley 27/12/2001, que regula el derecho al voto de los ciudadanos italianos residentes en el exterior.
Presidiendo el encuentro se encontraba la Senadora por el Partido Democrático (área del cual el D.D.L. está inspirado) Laura Garavini: “Como Partido Democrático”, ha dicho Garavini en apertura a los trabajos, después de haber agradecido a los diputados Giaccobbe, Ungaro, La Marca, Caré y los dirigentes Fabio Porta y Marino, “son ya dos legislaturas que nos ocupamos de colocar en seguridad el voto de los italianos en el exterior. Son muchas las polémicas que se persiguen a cada vuelta al voto sobre la existencia de potenciales fraudes”.
“Nos parece importante”, agregó la senadora del PD, “garantizar no sólo la legalidad, sino una participación al voto más amplia. Por eso, hoy presentamos esta propuesta de reforma a la vanguardia, en contraposición con los exponentes de aquellas fuerzas políticas que quisieran un anacrónico regreso a las urnas”. “Los tiempos”, concluye Laura Garavini, “son maduros para experimentar fórmulas nuevas y volver a una situación de igualdad de respeto a otros países que ya persiguen métodos similares para garantizar un sistema de voto propio de los ciudadanos italianos en el exterior que sea eficiente y seguro”.
Seguidamente tomó la palabra Gennaro Migliore, líder de la Primera Comisión de la Cámara, que habló del derecho al voto “constantemente en amenaza”. “Nosotros”, dijo Migliore, “queremos seguir la Constitución: garantizar la legalidad del voto, reforzar la participación. Después de todo la Democracia no es nunca un costo, sino un recurso, y para mantenerla necesitamos instrumentos adecuados”.
Y de instrumentos en efecto se habla: garantizar una nueva gestión del voto en el exterior, de hecho, debería ser un innovador sistema de alta tecnología, llamado “blockchain”, “un instrumento, continúa Migliore, “al servicio de la ciudadanía, que no es hackeable y que podrá ser usado también para otros sectores de la administración pública”. Al entrar en el mérito de este sistema innovador lo hace Gianmario Battaglia, uno de los desarrolladores del think tank “Singularity Adr Coin”. “Cuando el PD nos pidió colaborar en el proyecto de ley”, explica Battaglia, “nos sentimos honorados, porque es la primera vez en que una tecnología de este género se pone al servicio no de la política sino de la comunidad. Si, porque blockchain está pensado para dar “certeza” al voto y eliminar cualquier tipo de fraude electoral”.
“La potencialidades de este instrumento”, continuó Battaglia, “son incríbles y serán utilizados para reforzar la democracia”. Inmediatamente después tomó la palabra Jacopo Visetti, también él como desarrollador del Blockchain: “Los dos aspectos principales de este instrumento”, dijo, “son la inmutabilidad y la trazabilidad. Los datos de los electores son blindados y, además, el blockchain facilitará los procesos del voto, con un sistema de QR Code a la vanguardia y a la mano de todos, también de quienes no tienen acceso a internet”.
Un sistema sinceramente innovador que, en la intención, permitirá no solo de garantizar la seguridad del voto, sino también de descubrir eventuales intentos de manipulación de las tarjetas electorales, con la posibilidad de demostrar el lugar exacto en donde hubo el intento de manipulación. El Blockchain permitirá también individuar aquellas tarjetas electorales que puedan estar dispersas o bloqueadas en cualquier punto de su curso, garantizando su recuperación. Los costos?. Es todavía prematuro hablar de ello, como aseguran Battaglia e Visentini. Una vez aprobado el D.D.L.- y antes de empezar con el experimento – es necesario hacer un plan ad hoc y no está dicho que los costos no puedan ser reajustados a cualquier empresa que decida invertir en el sistema a título gratuito. De todos modos, la adopción de este sistema comportaría un notable salto adelante para nuestra democracia, que conseguiría en la tecnología un válido aliado. De esta opinión es Angela Caré y Massimo Ungaro. La primera intervino colocando el acento en cómo garantizar una mayor accesibilidad al voto y una mayor seguridad, ésta última importante para hacer sentir a los italianos en el exterior integrantes de nuestra propia nación. El segundo habló en cambio de la necesidad no sólo de dotarse de nuevos instrumentos adecuados para contrarrestar fraudes, sino también de modificar organizaciones, como la distribución de lugares preparados para el escrutinio de las tarjetas electorales en al menos 4 puntos diferentes, evitando “la situación dantesca que se forma a Castenuovo di Porto”, posición compartida también por Fabio Porta, que inquirió “No podemos no mirar la evolución tecnológica e informática”. (Gianluca Zabella/aise).