Roma, 10 de marzo de 2017 – Oficina de prensa del Hon. Fabio Porta.
La desesperación de cerca de un millar de ciudadanos ítalo-venezolanos retornados a Italia y a los que Venezuela les ha suspendido hace alrededor de un año el pago de la pensión, llevó a la Hon. Fabio Porta (PD), Presidente de la Comisión para los italianos en el Mundo de la Cámara de Diputados, primero a enviar un pedido de informe parlamentario y ahora a escribir una carta al ministro de trabajo Giuliano Poletti pidiéndole que intervenga y que encuentre tan pronto como sea posible una solución adecuada al problema. Hace más de un año que Venezuela, abrumado por la crisis social y económica, pero sobre todo porque con la crisis se han debilitado las razones de derecho y de justicia, ya no paga sus pensiones a los residentes en el extranjero. En el mundo hay cerca de 12.000 pensionados privados de este derecho fundamental y de éstos cerca de mil viven en Italia. Porta hace hincapié en su carta al Ministro Poletti que Italia está obligado a ayudar a nuestros compatriotas que nos han informado desde hace tiempo y con desesperación sobre su situación de grave dificultad. El parlamentario señala que la suspensión de los pagos de pensiones de Venezuela en Italia constituye una grave violación por parte del Estado venezolano del Convenio bilateral de seguridad social vigente entre los dos países y del derecho internacional e informa que ya ha solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores que reclamen a las autoridades venezolanas competentes reanuden los pagos suspendidos. Según el parlamentario electo en América del Sur, para hacer frente a las necesidades existenciales urgentes de nuestros compatriotas regresados a Italia después de una vida de trabajo y sacrificio en el país de América del Sur, nuestro gobierno también debe considerar si concede (durante un período provisional y en todo caso hasta que Venezuela decida reanudar los pagos de sus pensiones en el extranjero) a los pensionado comprendidos en el acuerdo con Venezuela que residen en Italia, que ya no reciben la prorrata de Venezuela, eventuales integraciones al mínimo y beneficios sociales, comúnmente irrisorios, si cumplen las condiciones (en particular, a aquellos que no reciban la cuotaparte italiana y que solo tengan la pensión de Venezuela que actualmente no perciben), para que puedan acceder a un ingreso mínimo de supervivencia. Porta asegura finalmente a Poletti que, dado el pequeño número de interesados, los costos de la intervención gubernamental serían totalmente sostenible y, por tanto, considera indiferible una señal de interés y voluntad por parte del Gobierno italiano.