El compromiso de los electos en el exterior, en particular los del PD, ha permitido dirigir recursos consistentes en favor de las políticas para los italianos en el exterior, gracias a la fuerte señal de apertura y disponibilidad del gobierno. Entre las mejoras aparece también la concesión de 2 millones de euros a los consulados para ser destinados a la asistencia de los connacionales menos afortunados y a la manutención y adecuación de las sedes. Un resultado ciertamente positivo, alcanzado por la inclusión de dos enmiendas, una de las cuales lleva mi firma.
Desde hace tiempo, sin embargo, lucho por volver al espíritu original de la medida, que es introducir la percepción de 300 euros de las solicitudes en el exterior de reconocimiento de la ciudadanía. En este sentido presenté también un proyecto de ley en el que solicito que una cuota parte de dichos fondos sea destinada a potenciar los servicios, a través de la contratación de personal in situ, en consulados con graves carencias, lamentablemente. No es un secreto, de hecho, que en algunos consulados de América latina los tiempos de espera para una práctica de reconocimiento de ciudadanía pueden durar más de diez años.
En este sentido he buscado cada ocasión para reproponer la cuestión a la atención del Gobierno y del Parlamento, y así continuaré haciéndolo hasta que se llegue a una solución justa. En esta óptica, he presentado un orden del día para comprometer al Gobierno, con un voto del Parlamento, a destinar la mayor parte de los dos millones aprobados en esta Estabilidad a reforzar los servicios consulares a beneficio de nuestras comunidades; a buscar el modo, además, de que, también con sucesivas medidas, se pueda destinar una cantidad adecuada de los ingresos derivados de los 300 euros de la ciudadanía para constituir una fuerza de trabajo en los consulados donde es más alto el número de solicitudes y donde más constantes sean los retrasos. Para llevar esto a cabo sería necesario disponer, con un decreto del Ministro de economía, la acreditación de las sumas al Ministerio de Relaciones Exteriores, para destinarlas a los consulados que han registrado el mayor número de solicitudes de ciudadanía.
El Gobierno ha recibido el orden del día, presentado junto a los colegas Farina, Fedi, Garavini, La Marca, Porta y Tacconi, y esto representa ciertamente un paso útil hacia adelante en la dirección justa. Se trata de un pasaje que facilitará el compromiso, que permanecerá constante, instando al Ejecutivo, que ya se ha demostrado precisamente en esta Estabilidad muy atento a las problemáticas de los italianos en el exterior, a encontrar los recursos que puedan compensar las sumas destinadas a los consulados en dificultad.