Durante la próxima visita a Brasil del Presidente de la República Sergio Mattarella con motivo del aniversario de los 150 años de la emigración italiana al país sudamericano, nuestra comunidad no solo se unirá en torno a uno de los seres más queridos de la historia republicana pero también aprovecharán la oportunidad para recordar e instar a la solución de algunos problemas importantes relacionados con sus derechos sociales, de seguridad social y fiscales.
La primera esperanza es que finalmente se pueda anunciar la renovación del acuerdo bilateral sobre el reconocimiento de las licencias de conducción; un importante acuerdo que después de años de reclamos y negociaciones fue aprobado en 2017 y cuya vigencia expiró hace un año y medio causando grandes inconvenientes a las comunidades brasileñas en Italia y a las comunidades italianas en Brasil.
Otros dos acuerdos muy importantes entre Italia y Brasil esperan desde hace años una actualización y renovación.
De hecho, en los últimos días presenté una interrogación parlamentaria al Ministro de Economía y Finanzas donde destaqué la necesidad de reabrir las negociaciones con el gobierno brasileño para finalmente poner fin – después de más de 20 años de claras injusticias, equivocaciones y malentendidos entre los dos Estados- al injusto y molesto fenómeno de la doble imposición de las pensiones italianas pagadas en Brasil que, cuando superan un determinado importe, son gravadas simultáneamente por los dos países, con el agravante de que los pensionistas italianos no se benefician del crédito fiscal de Brasil (como lo prevé en cambio el Convenio contra la doble imposición actualmente en vigor) debido a una interpretación contradictoria por parte de las autoridades competentes de los dos países contratantes de algunos artículos del mismo convenio. Es un problema de larga data cuyas consecuencias las pagan nuestros pensionados en Brasil, que están sujetos a una doble imposición, a veces sin saberlo, sobre sus ya miserables pensiones.
Finalmente, considero útil y necesario reiterar, lo que haré en los momentos y lugares apropiados, la urgente necesidad de proceder lo más rápidamente posible a la renovación del acuerdo de seguridad social con Brasil que data de 1977 ( Protocolo adjunto al Acuerdo de Emigración de 1965) y que por tanto, casi cincuenta años después de su entrada en vigor, se ha convertido hoy en un acuerdo obsoleto que, a pesar de las numerosas negociaciones entre ambos países que tuvieron lugar en los años noventa para conseguir la necesaria actualización, aún no ha sido revisado ni renovado hasta la fecha. Es útil resaltar que el acuerdo bilateral actualmente vigente excluye del ámbito subjetivo de aplicación, y por tanto de cualquier protección previsional, tanto a los empleados públicos como a los trabajadores autónomos que, entre otras cosas, no pueden sumar los períodos de cotizaciones pagados en los dos países para acumular un derecho a la seguridad social, creando así una disparidad intolerable en el trato con los empleados privados. Además, el acuerdo vigente no prevé la agregación múltiple, es decir, la posibilidad de agregar las contribuciones pagadas en terceros países; no incluye las prestaciones por desempleo ni las prestaciones familiares en el ámbito de aplicación ratione materiae; (‘la naturaleza de la materia’); se trata de un acuerdo desorganizado y a veces ambiguo en lo que respecta a la aplicabilidad de la protección de la salud, mientras que se necesitarían disposiciones más completas y claras sobre la asistencia médica, farmacéutica, protésica, dental, ambulatoria y hospitalaria.
Por lo tanto, señalaré a las autoridades competentes de los dos países que ahora es inevitable – a la luz de la evolución de los sistemas de seguridad social italiano y brasileño desde 1977 hasta hoy, el desarrollo de nuevas movilidades internacionales de sujetos que postulan nuevos derechos y protecciones así como las deficiencias del acuerdo de seguridad actualmente vigente entre Italia y Brasil en materia de sujetos y riesgos protegidos, en los sectores de seguridad social, bienestar y salud – inicio de negociaciones para la renovación del acuerdo.
Fonte: Oficina Prensa del Hon. Fabio Porta