Supuestas razones económicas (falta de fondos), diversas razones políticas (falta de voluntad y previsión), razones generacionales (los expertos en el sector -recordemos a: Randisi, Scarano, Giordano, Cuzzocrea, Russo y tantos otros, amigos de los emigrantes, que se jubilaron y fueron reemplazados sólo parcialmente), Italia no ha firmado ni renovado acuerdos bilaterales de seguridad social desde hace mucho tiempo. De hecho, acabo de presentar una interrogación a los Ministerios de Trabajo y Relaciones Exteriores, para recordar al Gobierno que en América Latina (pero no sólo) todavía hay países importantes de emigración italiana (como Chile, Perú, Ecuador, Colombia y Paraguay) con los que el Estado italiano aún no ha estipulado un acuerdo de seguridad social a pesar de la presencia de decenas de miles de ciudadanos italianos y una constante inmigración a Italia de ciudadanos de estos países.
He recalcado al Gobierno que es un deber moral y humano (y una iniciativa de valor político y económico) iniciar y celebrar convenios de seguridad social que protejan los intereses de las personas y empresas que se dedican a esos países de América del Sur. He recordado en mi interrogación que se firmó un convenio de seguridad social con Chile desde el 5 de marzo de 1998, y posteriormente el convenio administrativo para la aplicación del acuerdo el 19 de noviembre de 1999, y que el parlamento chileno ya aprobó dicho convenio, pero falta la aprobación del Parlamento italiano para su entrada en vigor; se han iniciado negociaciones diplomáticas con Ecuador y Perú para acuerdos bilaterales y se han elaborado proyectos de acuerdos de seguridad social, pero Italia ha expresado a estos países las supuestas dificultades financieras que retrasan la finalización de los acuerdos; actualmente no hay negociaciones en curso sobre seguridad social con Colombia y Paraguay.
Recordé que la vigencia de estos convenios redundaría, por tanto, en beneficios, en términos de reciprocidad, que pueden calcularse en beneficios de protección de la seguridad social para los trabajadores, así como un aumento de los ingresos y de la competitividad de las empresas, y por ello solicité al Gobierno: qué iniciativas urgentes pretenden adoptar para ampliar y actualizar el marco de protección de las pensiones bajo el régimen internacional con la estipulación de acuerdos con los países antes mencionados donde viven importantes comunidades de ciudadanos italianos y de donde miles de trabajadores locales emigraron a Italia.
Creo que ha llegado el momento de reanudar la actividad de negociación italiana en el campo de la seguridad social, también a la luz de la reanudación de la movilidad internacional de trabajadores y empresas que deben ser adecuadamente protegidas por nuestro Estado.
Roma, 28 de abril de 2022 – Oficina de Prensa del Senador Fabio Porta