Dados los limitados recursos de los que dispone este Gobierno para la Ley de Presupuesto 2024, será muy poco probable que se logre la tan presumida reforma de las pensiones (que evidentemente debería y podría haber afectado también a nuestros compatriotas residentes en el exterior).
Por tanto, una vez superada la hipótesis de la reforma, quedan algunas cuestiones por resolver de cara a la definición del presupuesto de otoño. De hecho, parece que se destinarán menos de dos mil millones de euros al capítulo de seguridad social, con lo que se espera que no pasemos de la confirmación de la “Cuota 103″ que afecta muy marginalmente a los residentes en el extranjero y de la revisión de la ” Opción Cuota de la Mujer”. (que podría afectar a los derechos de nuestros compatriotas) y la Abeja social que, en cambio, está subordinado a la residencia en Italia. La promesa de aumentar las pensiones mínimas a 1.000 euros sigue siendo un espejismo de la anterior campaña electoral.
La “Cuota 103”, que también afecta marginalmente a los residentes en el exterior porque puede devengarse con el mecanismo de agregación, es una medida de anticipo de pensiones al cumplir la doble edad y requisito de aportar con 62 años de edad y 41 años de aportes, cuyo plazo se fija para el 31 de diciembre del año en curso y que probablemente
se prorrogará hasta finales de 2024. Puede completarse mediante el complemento de cotizaciones previstas en los acuerdos bilaterales de seguridad social para obtener una pensión italiana prorrateada, pero requiere el cese de la actividad laboral. (un requisito problemático para los italianos que residen en el extranjero debido al escalonamiento de las edades de jubilación).
El Gobierno está evaluando la posibilidad de suavizar la represión sobre la “Opción de la Mujer” con la ley presupuestaria del año pasado que había reducido el público interesado en esta medida de jubilación anticipada a unos pocos miles de trabajadores y había excluido a todas las trabajadoras residentes en el extranjero.
Por lo tanto, debemos esperar que las mujeres residentes en el extranjero vuelvan a tener la oportunidad de aprovechar, si lo desean y tienen derecho a ello, la jubilación anticipada (alrededor de los 60 años), incluso con el nuevo cálculo de la cotización del subsidio. Por último, se espera un nuevo recorte en la revalorización de las pensiones que, sin embargo, no debería afectar la ya miserable prorrata de nuestros compatriotas en el extranjero porque en cualquier caso las pensiones hasta 4 veces el mínimo del INPS no deberían verse afectadas.
Fonte: Oficina de Prensa Hon. Fabio Porta