Roma, 13 de diciembre de 2016
Nuestro voto de confianza al Gobierno Gentiloni es una respuesta positiva a la solicitud de un acto de responsabilidad dirigido desde el Presidente del Consejo, y primero que todo del presidente Mattarella, a las fuerzas políticas y a los electos en el Parlamento. El nuevo Presidente del Consejo se ha mostrado en la delicada función de Ministro de Asuntos Exteriores con equilibrio, competencia y la capacidad suficiente para ser hoy en día una referencia creíble y útil para todo el arco de fuerzas que se encuentran en este momento difícil.
La composición del gobierno refleja el gran trabajo realizado por el gobierno anterior y la profunda senda de reformas que ha trazado en la política italiana. En general, el equipo que hereda esta experiencia positiva se compone de personas con experiencia y equilibrio, que saben cómo utilizar los engranajes del estado y, al mismo tiempo, cómo construir un mejor diálogo con el pueblo italiano, que ha demostrado claramente el malestar debido su condición social difícil.
Para abordar las cuestiones pendientes, tales como la búsqueda de una ley electoral de amplio consenso, las emergencias del terremoto y de los migrantes y los vencimientos internacionales, especialmente comprometidos para Italia, no sólo bastará con el compromiso del Partido Democrático y de la mayoría, sino también se necesita la disponibilidad y el sentido del Estado de los demás. Cada uno, por lo tanto, frente a las propias responsabilidades.
En la etapa que se abre, llegue o no a la conclusión del mandato, se tendrá que hacer frente a cuestiones de estrecha relación con los italianos en el extranjero. En los próximos meses, por ejemplo, deben ser presentadas por el gobierno y evaluadas en su contenido el decreto de aplicación en relación con la lengua y cultura italiana en el extranjero, la ley de “buena escuela” y lo relacionado con la reforma editorial. Además, será necesario planificar la distribución de los fondos asignados por el Gobierno Renzi destinados a la promoción de la cultura y la lengua italiana en el mundo – el primer tramo, de 20 millones para 2017 de los 150 millones previstos para los próximos cuatro años – que deberán dar prioridad a satisfacer las necesidades de las entidades gestoras de los cursos de lengua.
En resumen, de este nuevo paso de la legislatura, los italianos en el extranjero no serán espectadores, sino participantes y beneficiarios de las soluciones que se adoptarán. Nuestra esperanza y, sobre todo, nuestros compromisos serán dirigidos a asegurar que la política atenta y amiga hacia los italianos en el extranjero, inaugurada hace algún tiempo, siga dando resultados positivos y concretos.
Los diputados del Partido Democrático en el Exterior: Farina, Fedi, Garavini, La Marca, Porta, Tacconi