Roma/aise- “Como hemos más de una vez denunciado, los decretos de seguridad emanados por el Ministro de Interiores, Matteo Salvini, introdujeron normas más severas y restrictivas para la solicitud ciudadanía por residencia y matrimonio, en el cuadro de una política migratoria más general dominada por el cierre y el miedo. Quienes pagaron por dichas medidas fueron también los italianos en el exterior: el tiempo máximo para la conclusión de las prácticas de ciudadanía por residencia y matrimonio fue elevado de dos a cuatro años, mientras la introducción de la Certificación B1 de Italiano para la ciudadanía por matrimonio (en el momento de la presentación de la solicitud y no a su definición) ha causado una fuerte perplejidad en las comunidades italianas en el mundo”. Habló sobre ello, el coordinador del PD para América Meridional, Fabio Porta.
“Aún más –agrega en una nota el exponente Dem- la actitud del gobierno y las restricciones impuestas por los “decretos Salvini” contribuyeron a multiplicar los episodios de obstrucción y hostilidad para con los italo-descendientes que se presentaban en Italia para la presentación de su solicitud de ciudadanía, posibilidad prevista por una circular a propósito para ello del Ministerio de Interiores”.
Con la “superación de los decretos de seguridad” de las semanas pasadas, fuertemente querido por el Partido Democrático, “ha comenzado un gradual acción de modificación de esas distorsiones: el límite máximo para la definición del proceso de ciudadanía por residencia y matrimonio bajo de cuatro a 3 años (y esperemos que regrese a los dos años), mientras fue también introducida la posibilidad de trabajar en Italia a los ciudadanos con permiso de residencia por ciudadanía”.
Se trata –continúa evidenciando Porta- de dos pasos significativos, sobretodo porque indican un cambio de rumbo con respecto a la precedente actitud de cierre determinado por los “decretos Salvini”, determinando un cambio de actitud por parte de las autoridades italianas con respecto a la necesaria apertura y previsión de la política migratoria”.
Precisamente por estos argumentos, Porta se reunió nuevamente con el Vice Ministro de Interiores, Matteo Mauri, al cual le expuso, actualizando los datos, las preocupaciones con respecto las solicitudes de ciudadanía italiana presentadas por los ciudadanos italianos provenientes en gran parte de Sudamérica. (aise).