Luego de diez años de largas discusiones y ninguna solución concreta sobre el tema “mejoramiento de servicios consulares y eliminación de grandes períodos de espera para el reconocimiento de la ciudadanía”, en el 2014 – siguiendo una propuesta presentada en el Parlamento por mi persona a nombre del Partido Democrático- va introducida a través de una enmienda aprobada en el Senado una contribución de 300 euros por cada solicitud de ciudadanía presentada en los Consulados.
En realidad, mi propuesta inicial era un poco diferente: preveía una contribución de sólo 100 euros y, sobretodo, su transferencia inmediata a los consulados para la contratación de personal capacitado para la eliminación de las “colas” en tiempo breve.
La propuesta no era fruto de una convicción personal sino el resultado de meses de encuentros con nuestra comunidad, sobretodo en Brasil: casi todos estaban de acuerdo con contribuir económicamente para la solución del problema, con la condición de que el Estado Italiano se dedicara con mucha más determinación en la solución de una de las principales reivindicaciones de nuestra comunidad.
Se necesitaron otros dos años para introducir, en el 2016, con una enmienda propuesta por mía a la Ley Financiera, el principio en el cual estos recursos debían ser transferidos a los consulados y utilizados (así mismo fue escrito en la Ley) para el mejoramiento de los servicios consulares y la eliminación del gran retraso en las solicitudes de ciudadanía.
Desde hace algunos meses los primeros cuatro millones (también estos aprobados en la Ley Financiera en base a la misma enmienda presentada por mí) están a disposición de los consulados; otros cuatro millones llegarán antes de fin de año. Se trata del 30% de todo lo recaudado y van distribuidos en base a lo recibido en cada consulado: El consulado italiano de Sao Paolo es aquel que recibirá la suma más alta en el mundo; en general son los consulados de Brasil y los de Sudamérica los que se beneficiarán mayormente de estos recursos.
Nicola Occhipinti, hasta hace poco tiempo fue Cónsul General en Porto Alegre y hoy en día es Jefe de la Secretaría del Vice Ministro Riccardo Merlo, y siempre ha sostenido que estas sumas de dinero son suficientes para resolver el problema de las “colas” en pocos años y que ésta contribución tiene también un gran valor porque demuestra al gobierno y a los italianos que nuestras comunidades en el exterior son un gran recurso real en grado de contribuir al crecimiento de un país.
También el Senador Merlo, que hasta hace poco tiempo organizaba manifestaciones al frente de los consulados solicitando la eliminación de la contribución de los 300 euros, lo cual consideraba “inconstitucional”, hoy declara que gracias a esta norma “recibió dentro de una vasija de plata” del gobierno que lo precedió preciosos recursos útiles para el mejoramiento de los servicios consulares. Ya no habla más de inconstitucionalidad y de hecho, admite lo útil de una medida que demostró ser la única manera seria y concreta de afrontar una cuestión así de compleja.
En el Parlamento, cuando aprobamos la enmienda que transfería a los consulados el 30% de los 300 euros, habíamos introducido también otra norma importantísima: aquella que autorizaba al Ministerio de Relaciones Exteriores a contratar 250 empleados (entre funcionarios de carrera y de contratados locales) para reforzar a los consulados italianos en el mundo. También ésta medida está operativa desde este año y permitirá a los consulados hacerse de personal (mecanógrafos, contratados locales y funcionarios de carrera) con capacidad de intervenir seriamente en el problema.
También en este caso me da placer (y sonreír un poco) leer que el Maie (el partido del Vice Ministro Merlo) habla de estos resultados como si fuera una “inversión de tendencia” cuando lo que realmente están haciendo es cosechando los frutos de un trabajo hecho precedentemente; un trabajo llevado adelante por los parlamentarios del PD y de los gobiernos liderizados por el Partido Democrático.
En todo caso, solicitamos al gobierno actual y al nuevo Vice Ministro para los italianos en el exterior empeñarse seriamente para que no sólo sea el 30% sino el 60% y hasta el 100% de los recursos vuelvan a los consulados; o por lo menos que la mayor parte de los 250 nuevos empleados de los consulados sean enviados a las sedes brasileras y sudamericanas, que son las que más recursos han recaudado y que mayor necesidad tienen de reforzar los servicios consulares. Estos son los compromisos concretos sobre los cuales el Vice Ministro Merlo pudiera contar con nuestro apoyo.
Se gobierna con hechos y no con demagogia.
Nosotros introducimos recursos reales y establecimos un principio revolucionario, aquel en el cual los italianos en el exterior son protagonistas de las soluciones de sus propias solicitudes y –por primera vez en la historia- aquella en el cual los recursos que entran en el consulado deben ser transferidos a los mismos consulados. Éste es el camino justo; el único serio y concreto, lo repito.
Se trata ahora de utilizar de la mejor manera estos recursos, esperando aumentar los porcentajes de lo que retorna a los consulados y la posibilidad de utilizar ese dinero no sólo para la contratación de mecanógrafos sino también de personal por contrato. Todo se puede hacer, si existe una fuerte voluntad política, como lo demostramos nosotros.
Esto es lo que esperamos de este gobierno; no una apropiación indebida de resultados de otros, sino un refuerzo o ampliación de lo que fue iniciado en el 2014.