Ha pasado casi un año desde que expiró el acuerdo bilateral para el reconocimiento de permisos de conducción entre Italia y Brasil; un logro importante, por el que me comprometí firmemente durante la decimoséptima legislatura.
Un acuerdo cuya renovación debía programarse mucho antes de su expiración, para evitar la inconsistencia y las consecuencias negativas de su caducidad. También en esta ocasión, y mucho antes de la expiración del acuerdo, había alertado a las autoridades diplomáticas y administrativas de los dos países sobre la urgencia y la oportunidad de proceder rápidamente a los controles y al correspondiente intercambio de notas e informaciones útiles y necesarias para esta renovación.
He solicitado personal y oficialmente a los Ministerios italianos de Asuntos Exteriores y de Transportes, con cartas repetidas y una cuestión discutida en la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados; he tenido más de una reunión con los homólogos responsables de los ministerios brasileños competentes y en todas estas ocasiones no he dejado de resaltar la importancia de la renovación para miles de trabajadores brasileños en Italia y de italianos en Brasil. Me he reunido varias veces con el embajador de Italia en Brasil y con el embajador de Brasil en Italia, recibiendo sinceras seguridades sobre el compromiso de las autoridades diplomáticas de seguir de cerca y con la debida atención a este asunto. Hace unos días recibí la última información del Ministerio de Transporte italiano, que está esperando respuestas de las autoridades brasileñas; la embajada de Brasil en Roma comunicó en los últimos días al gobierno brasileño, solicitando una respuesta a esta última petición de aclaración.
Quiero y debo tener confianza, evidentemente, pero sólo puedo reiterar -también en nombre de los miles de personas que me piden cada día actualizaciones y, sobre todo, una conclusión positiva para la renovación de este acuerdo- la urgencia absoluta y apremiante de definición y conclusión de esta ya demasiado larga historia.
La renovación del acuerdo es urgente e inaplazable, lo repito en voz alta, y haré todos los esfuerzos personales e institucionales para llegar pronto a esta conclusión. Es un acto de justicia hacia quienes esperan impacientemente esta noticia y es también la mejor manera de honrar la relación histórica de amistad entre nuestros dos países en vísperas de las celebraciones de los 150 años de la inmigración italiana en Brasil.
Fonte: Oficina de Prensa Hon. Fabio Porta