No será una reforma general (que se espera que se implemente durante el próximo año), pero la maniobra sobre las pensiones que se producirá en la próxima ley presupuestaria tendrá un impacto importante para los italianos en Italia y, aunque un poco más limitado, incluso para los italianos en el extranjero.
Por los avances y rumores que circulan, probablemente habrá una prórroga temporal de los instrumentos de flexibilización salientes para evitar, en Enero de 2023, un impacto abrupto y desagradable del retorno a las exigencias de la llamada ley “Fornero”, es decir, a los 67 años para la vejez (con al menos 20 años de aportes) y a los 42 años y diez meses (un año menos para las mujeres) para la jubilación anticipada (antigüedad anterior).
Por lo tanto, estamos hablando de extensiones y cambios. Debe ampliarse tanto la “Opción Mujer”, el sistema de jubilación anticipada para mujeres (58 años de edad para trabajadores con 35 años de aportes, también totalizados bajo el sistema convencional), que optan por el cálculo con el sistema de cotización y que, de hecho, también pueden utilizar los pensionistas residentes en el extranjero que pueden acceder al mecanismo de agregación, y L´Ape (abeja) social (otro anticipo de pensión) que, sin embargo, está vinculado a la residencia en Italia.
Otra novedad casi segura es una “Cuota 102” revisada que hoy exige 64 años de edad y 38 de aportes devengados al 31 de diciembre de 2022 y que, por tanto, se superará con la hipótesis de asociar 41 años de aportes (que también puede corregirse con el mecanismo de complemento bajo el régimen internacional) una restricción de edad de 61 (o posiblemente 62) años de edad.
Esta nueva “Cuota 102” también podría beneficiar a los italianos residentes en el extranjero en posesión de los requisitos pero con el problema de la obligación de dejar de trabajar, que casi con certeza estará prevista por la ley como lo estaba para la “antigua Cuota 102”, que podría disuadir a los residentes en el extranjero que, para adquirir el derecho a la prorrata italiana, tendrían que demostrar que han dejado de trabajar por cuenta ajena en el extranjero. La nueva “Cuota 102”, que se calcularía con el sistema salarial más conveniente, reduciría el umbral de edad (de 62 a 61 años) pero elevaría el umbral de aportes (de 38 a 41) que, sin embargo, para los italianos en el extranjero, podría acumularse con la acumulación de cotizaciones pagadas en Italia y en el (los) país (es) de emigración. Los sindicatos no parecen oponerse a esta hipótesis y, en cualquier caso, han pedido que la futura reforma global se modele sobre la flexibilidad saliente.
Finalmente, quiero subrayar que esta legislatura me encontrará comprometido en los temas más urgentes de la seguridad social en el acuerdo que se refieren, entre otras cosas, a la necesidad de actualizar y renovar los convenios bilaterales de seguridad social, ahora obsoletos e inadecuados a las necesidades de las nuevas realidades migratorias ya la reforma del sistema de cálculo de las pensiones en el convenio que actualmente sanciona a nuestros compatriotas que perciben pensiones a prorrata, muchas veces irrisorias e indignas.
Roma, 9 de noviembre de 2022 – Oficine de Prensa Hon. Fabio Porta