El diputado del PD interviene en las primeras elecciones del ejecutivo
Por Fabio Porta*
De un gobierno de centroderecha liderado por el dirigente de los Hermanos de Italia (Fratelli d´Italia), el partido que reivindica con orgullo el legado del pensamiento de Mirko Tremaglia y su compromiso con los italianos en el mundo, sinceramente esperábamos más, mucho más.
Más en las declaraciones programáticas de la Primer Ministro al Parlamento, donde se limitaba a una mención formal e incidental de nuestras comunidades con referencia a la promoción de la lengua italiana en el exterior.
Más en la composición del ejecutivo: ningún Ministerio para los italianos en el mundo, la principal promesa anunciada en la campaña electoral por la coalición de centro-derecha en todas las latitudes del planeta. El retorno de este ministerio habría representado la principal discontinuidad entre el nuevo gobierno y los anteriores, demostrando la centralidad que habrían tenido nuestros compatriotas en el exterior en el nuevo ejecutivo. A quienes, como nosotros, señalaban que hubiera sido preferible un Viceministro con facultades y recursos a un Ministro sin carteras y facultades, la propaganda de la derecha respondió encogiéndose de hombros.
Llegó entonces el turno de la designación de Viceministros y Subsecretarios; la ausencia del Ministro para los italianos en el exterior podría suplirse indicando a alguien elegido en el extranjero o al menos a un político experto en la materia. Ni lo uno ni lo otro ha sido hecho por el actual gobierno.
Por lo tanto, esperamos la asignación de poderes por parte del Ministro de Relaciones Exteriores; pensábamos que una vez desvanecida la idea del Ministerio, la delegación de los italianos en el exterior sería asignada al único Viceministro, pero esta vez tampoco pasó nada: al subsecretario Silli se le ha confiado la representación para las políticas relativas a los italianos en el exterior, junto con muchas otras, como la de derechos humanos, el Consejo de Europa y América Central.
Si los primeros pasos del ejecutivo no nos parecieron especialmente prometedores, el inicio de la actividad legislativa del gobierno y de la mayoría que lo apoya fue igualmente decepcionante. La primera disposición que llegó al Parlamento, el llamado decreto “Aiuti quater” (Cuarto de ayuda) , ha reservado la primera sorpresa amarga para los italianos residentes en el extranjero. De hecho, a los italianos de todo el mundo se les negará el derecho a hacer uso de los bonos de construcción para viviendas en propiedad en Italia, introducidos gracias a la iniciativa del Partido Demócrata en la legislatura anterior y ahora eliminados por el nuevo decreto que limita este beneficio sólo a domicilios principales (y por tanto no a los domicilios de los residentes en el extranjero).
La falta de atención particular del nuevo gobierno a los asuntos de los italianos en el extranjero se vio luego confirmada por la falta de convocatoria del Consejo General de los Italianos en el Extranjero por parte de su presidente, el Ministro de Asuntos Exteriores. Desde hace casi diez meses, el más importante de los órganos que representan a los italianos en el mundo sigue bajo el régimen de ‘prórroga’ a la espera de la asamblea de inauguración del nuevo consejo; una situación vergonzosa que está creando una creciente frustración entre los concejales electos y en nuestras comunidades.
Estos primeros pasos, inciertos y decepcionantes, nos convencen aún más de la importancia e incluso de la necesidad de hacer una oposición decidida y constructiva en el Parlamento; tenemos el deber de apoyar las múltiples reivindicaciones de una comunidad que equivale al diez por ciento de la población italiana y que podría constituir el verdadero activo estratégico de la recuperación económica de nuestro país a partir de un uso inteligente y previsor de los enormes recursos de el PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia).
Los italianos de todo el mundo no quieren ser recordados sólo durante la campaña electoral. Las promesas incumplidas y el falso comienzo de este gobierno deberán remediarse de inmediato; el deber de la oposición será, no sólo señalar estas graves carencias, sino también trabajar para devolver la dignidad y la centralidad política e institucional a todas nuestras grandes comunidades que en todos los rincones del planeta le dan crédito al país.
*Fabio Porta
Diputado del Partido Democrático. Miembro de la III Comisión de Asuntos Exteriores
Fonte: Gente d Italia