Gracias a la asociación Familias Sicilianas de Paraná por la invitación a la conmemoración organizada por las asociaciones argentinas sicilianas y por la publicación en español de mi reflexión en el siguiente artículo de “UNO Entre Ríos”. A continuación se muestra el texto en italiano:
75 DE AUTONOMÍA SICILIANA: UNA MISIÓN POR CUMPLIR
de Fabio Porta
El Estatuto de la Región Siciliana, que el 15 de mayo marca el septuagésimo quinto aniversario de su promulgación oficial, precede a la Constitución de la República Italiana, así como el primer Parlamento siciliano es más antiguo que el italiano y, de hecho, los historiadores lo consideran el primer Parlamento Europeo.
Se trata de una primogenitura importante, como la que convierte a Sicilia en la primera región autónoma de Italia, que hoy, en la conmemoración de los tres cuartos de siglo de autonomía, los sicilianos debemos interpretar no como un privilegio o una primacía, sino por el contrario como misión a ‘signo de responsabilidad regional y nacional.
La Sicilia: que escritores, filósofos y poetas de todo el mundo han considerado el centro cultural del Mediterráneo y la clave interpretativa de la propia Italia, no siempre ha estado a la altura de esta gran misión que la geografía antes y después de la historia ha entregado.
Celebrar hoy el 75 aniversario de nuestra autonomía también significa esto: redescubrir el sentido y la perspectiva de esta tarea, tan ambiciosa como ardua, que ve a Sicilia y a los sicilianos como un punto de referencia para fortalecer los valores de la paz, el desarrollo y la solidaridad, que están también en la base de la unificación de Italia, el nacimiento de una Europa unida y el inevitable proceso de integración de los países mediterráneos.
Son estos valores y de estos sentimientos que fueron llevados al mundo los millones de sicilianos que desde hace más de un siglo han elegido, los voluntarios y los obligados a emigrar por la búsqueda de un futuro mejor.
No es casualidad que el 15 de mayo sea también la fiesta de los sicilianos en el mundo; no es una coincidencia sino una afinidad electiva y emocional entre los sicilianos que siguieron viviendo en la isla en el centro del Mediterráneo y todos los que ahora viven en el extranjero. Un sentimiento común que en todas las partes del mundo se recuerda cada año con igual intensidad y emoción. Sí, porque también gracias a las asociaciones valientes y pioneras que han mantenido y fortalecido este vínculo extraordinario durante las últimas décadas, las comunidades sicilianas en el extranjero son ahora una parte integral de la vida de nuestra Región.
La esperanza y el deseo, por tanto, es que las instituciones regionales tengan el coraje y la fuerza para potenciar adecuadamente y no ocasionalmente este enorme patrimonio, relanzando y fortaleciendo aquellos organismos que institucionalmente tienen la responsabilidad de coordinar las asociaciones con la administración regional.
En el mundo pos-pandemia, que todos esperamos se despliegue con la fuerza de la salud y la prosperidad, la Sicilia podrá tener un papel aún más central y estratégico y con él sus comunidades ahora presentes en todos los continentes. Así comenzará una nueva era, que nos llevará a nosotros o a nuestros hijos a celebrar el centenario de la autonomía en un mundo finalmente libre de la esclavitud del miedo a las epidemias y guerras y lleno de esa riqueza material e inmaterial que ¡ Sicilia ha donado y continuará donando al mundo!