Roma, 12 de octubre de 2017 – Oficina de prensa del Hon. Fabio Porta
Ahora en la Cámara, estamos empeñados en la aprobación de la ley electoral, una tarea que, a pesar de su urgencia y necesidad, trae consigo polémicas inevitables. Una medida urgente por la inminente expiración de la legislatura y necesaria para hacer un último intento, solicitado insistentemente por el propio Presidente Mattarella, para coordinar las disposiciones electorales entre las dos Cámaras y tratar de limitar el alto riesgo de tener otra legislatura con una alta tasa de ingobernabilidad.
Añado que, personalmente considero que debemos alentar y apoyar toda iniciativa, como la que se ha sido puesta a nuestra consideración, que induzca a los partidos a unirse disminuyendo la fragmentación de la representación, acerque en los colegios electorales los candidatos a los electores y aumente la posibilidad de estabilidad.
En el texto de la ley en examen, fruto de una larga mediación entre posiciones y fuerzas políticas diversas, aparecen también algunas normas que se refieren a nosotros, los italianos en el exterior. En particular una, con la que estoy de acuerdo, que excluye de la posibilidad de ser candidatos a los que, en Estados extranjeros, hayan ocupado en los últimos años cargos electivos y de gobierno o prestado servicio en el poder judicial y en las fuerzas armadas. La norma elimina toda posibilidad de disparidad en las condiciones de partida y, como nos dice la experiencia, tiende a prevenir posibles coerciones y fraudes por parte de quienes tienen la posibilidad de hacer que estas condiciones le sean más favorables.
Entre las cosas positivas, además, está la retirada de la enmienda propuesta por Forza Italia, que tenía como objetivo eliminar el voto por correspondencia y reemplazarlo por el voto directo en los colegios electorales, lo que habría significado a largo plazo el final del voto en el exterior.
En el texto, sin embargo, aparece también otra norma con la cual, por el contrario, no estoy de acuerdo. Esta es fruto de una enmienda presentada por el Hon. Lupi, de “Alternativa Popular”, sobre la base de la cual se quería permitir a los ciudadanos que residen en Italia presentarse, además de en los colegio italianos, en todas las reparticiones de la Circunscripción Exterior, mientras se negaba esta facultad a los residentes en el extranjero. Esta enmienda fue fuertemente reestructurada por la Comisión Constitucional y hoy permite al ciudadano residente en Italia presentarse en una única repartición de la Circunscripción Exterior. Sin embargo, sigue siendo imposible que los residentes en el extranjero se presenten en Italia, a menos que opten por votar en Italia, tal como lo establece la ley.
En particular, mi preocupación se refiere a las consecuencias que podrían surgir: la superación de la exclusividad de la representación de la Circunscripción Exterior a los ciudadanos electores residentes en el exterior; la diferencia que se genera entre los ciudadanos debido al hecho de que a algunos millones de ellos se les niega el derecho a la reciprocidad con respecto a los votantes pasivos (aunque, repito, para ser correctos, este principio se mantendría recurriendo a la opción de voto en Italia)
Por el reglamento vigente en la Cámara, el pedido de confianza, se vuelve necesario por la solicitud con fines obstructivos por parte del Movimiento 5 Estrellas, de 102 votaciones secretas, que impide la tratativa de mérito de cada artículo y hace caer eventuales enmiendas. No fue posible, por tanto, intervenir (como habríamos deseado y seguramente hecho) específicamente sobre este aspecto y tratar de eliminarlo del texto.
Como Presidente del Comité para los Italianos en el Mundo de la Cámara, considero que la cuestión que se abrió sobre la representatividad de los italianos en el exterior no debe cerrarse con la eventual aprobación de la ley electoral, sino que debe permanecer en perspectiva sobre la mesa de los compromisos de reforma para que se preserve la exclusividad de la circunscripción Exterior y se supere la disparidad entre los ciudadanos.
Inmediatamente, hago un llamamiento a todas las fuerzas políticas en el Parlamento para que se comprometan, como ha hecho en la sesión el proponente de la medida, Hon. Fiano, en nombre del Partido Democrático, a no cadidatear por la Circunscripción Exterior a personas que no sean electores residentes en el extranjero e inscriptos al AIRE. En cualquier caso, estoy seguro de que los italianos en el exterior tienen la suficiente madurez y conciencia para elegir a sus representantes en su territorio, y también rechazar cualquier intento de invasión que imprudentemente sea propuesto.