Roma, 19 de octubre de 2017 – Oficina de prensa del Hon. Fabio Porta
Sobre el problema – serio para muchos de nuestros conciudadanos – de las pensiones que Venezuela ha dejado de pagar en el extranjero durante casi dos años ( son alrededor de 1.000 los titulares de pensiones venezolanas que no reciben su paga en Italia, los cuales viven en condiciones difíciles y a menudo desesperantes), parece que algo se está moviendo, aunque con una lentitud exasperante, misterio e incertidumbre. Después de haber respondido de manera alentadora a mi pedido de informe presentado en el mes de julio, y luego del involucramiento directo del INPS, el Ministerio de Trabajo estaría trabajando hacia el objetivo de una solución justa. Le había solicitado al Gobierno que manifestara qué medidas de emergencia se proponía a adoptar para instar a las autoridades de Venezuela, responsables del pago de las pensiones en Italia, a cumplir con el dictamen del Convenio de Seguridad Social celebrado entre los dos países, para restablecer tan pronto como sea posible el pago de las pensiones de Venezuela en Italia. También sugerí, entre otras cosas, que, a la espera de una acción política positiva por parte de las autoridades italianas competentes contra las venezolanas (que no están dispuestas a devolver el dinero), aplicar un sistema de cambio distinto del oficial, como se hizo para los jubilados italianos que residen en Venezuela, también para las pensiones venezolanas (no) pagas en Italia. Este sistema garantizaría que los montos de las mismas resulten menores, para permitir así que los beneficios no contributivos -integraciones sociales y subsidios- se paguen en la pro rata italiana, generalmente de un importe insignificante. También recomendé que en alternativa a la propuesta sobre el tipo de cambio se podría pensar en la posible concesión de la asignación social para jubilados Italo-venezolanos que viven actualmente en Italia sin tener en cuenta en el cálculo de los ingresos totales, la suma “teórica” (porque sigue sin pagarse) de las pensiones venezolanas. El Gobierno italiano me aseguró que tenía el interés y la atención puesta en el problema de la suspensión de los pagos de las pensiones venezolanas a quienes tienen derechos de residencia en el extranjero, y particularmente en Italia. De hecho, el Gobierno italiano ha denunciado reiteradamente la violación de la Convención Bilateral de Seguridad Social en el Ministerio de Trabajo venezolano. También se me aseguró que en caso que desde Caracas se confirmara la dificultad de proceder al pago de las pensiones, en virtud de los conocidos problemas de divisas que el país está atravesando, el Gobierno italiano habría pedido al Gobierno venezolano que garantice al menos una mínima prestación de seguridad social a la espera de la solución del problema de disponibilidad de divisas. Hasta la fecha, sin embargo, el problema no ha sido resuelto. Por lo tanto, sostengo que en este momento Italia debe anfrontar el costo de la carga financiera que el Convenio Bilateral de Seguridad Social le asigna a Venezuela, culpable y responsable de este drama. Confío en que las versiones que hablan de una solución posible y próxima se confirmen, porque nuestro país tiene el deber de garantizar un ingreso mínimo a muchos de nuestros compatriotas que continúan reivindicando el derecho a la supervivencia.